jueves, 6 de septiembre de 2007

La Madre De La Babilónica

Desde el cielo desechaba
Dios a la primera de las rameras,
Mientras su madre pensaba
En el por qué no la abortaba.

Sabía que comenzaba una nueva era,
Más no creía que su hija llevaría la bandera.
Y la pequeña, mientras pasaban los años,
Llegó a ser pordiosera; ya mayor,
Una libidinosa embustera.

¿Por qué la madre no abortó?
¿Es que simplemente lo pensó?

¿Porqué dios ha de mandarme
Éste castigo del averno,
Si simplemente pudo enviarme
Un hijo parlamentario del gobierno?

Se preguntaba la madre,
Mientras ella se prostituía
Con su amigo y compadre,
Pero ella no lo comprendía.

Desde el inmenso cielo
Se decía la madre, maltrecha,
Rogaré a Dios por una flecha,
Y he de darle de lleno.

Mientras ella descansaba,
La flecha clavó en su pecho.
La joven se desangraba
Con su espíritu desecho.

Un hueco hasta su corazón cavó;
La joven palidecía, más no creía
Lo que aquella mala madre hacía.
Y así, esta triste historia acabó

Mientras la madre,
Enrojecida en sangre,
Limpiaba la sábana
Y su alma dispensaba…

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