domingo, 4 de noviembre de 2007

DIARIO DE UNA HOJA

1.
Me acabo de dar cuenta de que la vida me ha pasado muy rápidamente, he vivido cosas buenas, y cosas muy malas. Un sujeto con cabeza de pez, vestido de terno, me dijo una vez, que la virtud no servia de nada, o sino que lo mirara a él…
Y sí… realmente, olía mal, se veía mal, triste. El, era el ministro de la muerte.
En su mano derecha tenía un maletín, que contenía un arma, y en la otra, una hoja en blanco…
Yo le pregunte, ¿para que necesitaba un arma?... No dudó en responderme:
“¡Por qué me preguntas sobre el arma!”… ¿Es que acaso te sientes identificado, necesitas usarla?...
¡No!, es solo una pregunta, no es una suposición en base a una curiosidad escrita por mi interés…
Ah… Me doy cuenta de que sabes como funcionan tus comentarios, así es que me respondes eso… como para no quedar con el segundo lugar, y no acabar tu vida de un solo gatillazo… ¡Inteligente!...
Hijo, De, Puta… Ese, supongo que es el momento que más odio de mi vida.
¿Qué haces cuando un repartidor de la tienda de souvenires del tío “Fer”, te pone en semejante aprieto?, ¿te meas, o le respondes con algo como eso?...
Tomemos la opción A:
¿Es que acaso necesitas usarla?...
¡Si!, necesito usarla, pero no ahora… No dudó en responderme:
¿Y por que no ahora?, ¡Es que acaso tienes miedo? Ah…
¿Ves?, es eso… Es pensar rápido, no hay la necesidad de citar a un gran poeta, si quieres morir, hazlo rápido…
Por eso, no sirve de nada la virtud, si no sabes ocuparla.
Yo por mi parte, creo que ahora me hubiese quedado en silencio y tirado del gatillo, pero de todos modos, si aun estoy vivo es por algo… ¿no?
Quizás me quede algo tan sencillo, como mostrarle un disco a un niño, y luego morir solo y desapercibido.
2.
Me he quedado solo tantas veces, que esta no podría ser la excepción. Por ningún motivo. No a lugar. Ahora da lo mismo.
Llévame con dios, para poder decirle lo que pienso sobre él. Al fin, si tengo que morir por algo tan sencillo, es porque el niño, será algo muchísimo más grande que yo, y así el también tendrá una meta, ¿no?
Yo solo fui un eslabón.
3.
Un hombre me ha preguntado si me gusta el aire.
Yo le he respondido sinceramente que si, que el estar en el cielo debe ser como sentirse libre, la adrenalina, la emoción, libre del miedo y la muerte, con una gran sonrisa.
Se ha sonrojado y sonreído de mi comentario, y luego se ha ido.
4.
Hoy, hoy estoy muerto. Por fin.

Cita: Así como se puede vivir, se puede morir, y matar.

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