lunes, 24 de noviembre de 2008

Heme aquí otra vez, haciendo tiempo para ir a trabajar,
colgándome de las horas como un mono hebrio,
atravezando las calles insípidas,
detectando olores que vuelan furtivos,
mirando las portadas de los diarios y sus ofertas,
alzando la vista hasta el tope de edificios cuadrados,
pensando en tí,
en mí,
en tu suerte,
en la mía,
en lo disímil que resultan los destinos,
recogiendo restos,
pegándolos con un mal pegamento,
haciendo esfuerzos por fumar sin toser,
registrándome los bolsillos pelusientos,
con la mente en otro lado,
con un gorro que me avergûenza,
con el calor que coce mi cabeza,
bajo gaviotas y pelícanos,
lejos,
distante,
silente,
apagado,
mordaz,
recién bañado,
incómodo...
dije ya que estoy haciendo tiempo?
En fin, lo lindo es que hay poco que hacer.
Pero hay muchos perros.

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