jueves, 25 de octubre de 2007

La Angustia

Ése ente mental
Que hace ver al ciego
El dolor más letal.
Entre la agitación y el sosiego,
Tapado bajo inmundas sábanas.
Oh, angustia perversa,
Hazme ve lo que Jesús
Vio en sus sangrantes llagas.
Mátame como a él y a sus
Colegas, apóstoles enfermos.
Llevadme al mismísimo averno,
En donde gozaré del placer del infierno,
Plagado de bellas fieras tercas.
Hazme dar ése giro de tuercas,
Esa inyección fatal en mis venas rasgadas;
La soga mortal al cuello.
Dame aquel sosiego,
El pésame surrealista
Del monje adventista.
Báñame en bello bálsamo
De estériles condiciones;
Dame de tu agua bendita
Para saciar mi sed auto flagelante.
Emblemático Señor De Las Moscas,
Llévame contigo
Para, de una vez por todas,
Ser feliz
En tu sano castigo.

No hay comentarios: